Vienen de Suecia y son obra de la cervecera St. Eriks como un modo de colocar un aperitivo que estuviera a la altura de su exclusiva cerveza India Pale Ale. Lo cierto es que bien sea por su calidad o por su precio, estas patatas fritas están ahora en boca (no literal) de todo el mundo.
Y es que, si nos paramos a pensarlo, ¿quién puede rechazar...
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