Junto con las patas de gallo, la papada es el talón de Aquiles de los signos de la edad. Es muy temida, sí, pero se puede tratar. La papada, a menos que sea en un plato y que lleve la palabra ibérica detrás, es de todo menos apetecible. No solo envejece, también cambia la expresión, de hecho, es capaz, incluso, de transformar la imagen. «El ...
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